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Seventhe Comunicacion

La sobreinformación o Infoxicación de la comunicación.

La sobreinformación de la comunicación es un fenómeno que se produce cuando recibimos más información de la que podemos procesar, asimilar y utilizar de forma eficiente. Este exceso de información puede tener efectos negativos en nuestra salud mental, emocional y física, así como en nuestra capacidad de tomar decisiones, aprender y comunicarnos.


Estrés por exceso de información.

La sobreinformación, o el exceso de información disponible en la era digital, es una realidad que define nuestro tiempo. A medida que la tecnología avanza y las plataformas de comunicación se multiplican, estamos expuestos a una avalancha constante de datos, noticias, opiniones y contenido en línea. Aunque esta abundancia de información puede ser valiosa, también plantea desafíos significativos.


Uno de los principales problemas de la sobreinformación es la dificultad para discernir la información relevante de la irrelevante. La saturación de datos puede abrumar a las personas y dificultar la toma de decisiones informadas. Además, puede dar lugar a la difusión de información errónea o falsa, ya que es más difícil filtrar la verdad en medio de la maraña de datos.


La sobreinformación también puede tener un impacto negativo en nuestra salud mental. El constante flujo de información puede generar ansiedad, estrés y agotamiento mental, lo que a menudo se conoce como "fatiga informativa". La necesidad de estar siempre conectados y al tanto de las últimas noticias puede agotar nuestra energía y dificultar la desconexión necesaria para el bienestar.


Para enfrentar la sobreinformación, es esencial desarrollar habilidades de alfabetización mediática y digital. Esto implica aprender a evaluar la calidad de la información, verificar fuentes y discernir entre hechos y opiniones. También es importante establecer límites en el consumo de información y practicar la desconexión digital de vez en cuando para recargar nuestras mentes.


En resumen, la sobreinformación es una característica distintiva de la era digital, y si bien ofrece beneficios, también presenta desafíos significativos para la sociedad. La gestión consciente de la información y la promoción de una cultura de la información responsable son cruciales para navegar con éxito en este entorno saturado de datos.





El impacto en las personas de la sobreinformación


La sobreinformación puede provocar estrés, ansiedad, confusión, frustración, pérdida de atención, fatiga mental, aislamiento social y depresión. Estos problemas pueden afectar a nuestra autoestima, nuestra motivación, nuestra creatividad y nuestro rendimiento académico, laboral y personal.


Exceso de información

Además, la sobreinformación puede dificultar nuestro pensamiento crítico, nuestra capacidad de discernir la veracidad, la relevancia y la calidad de la información que recibimos, y nuestra habilidad para filtrar, organizar y almacenar la información en nuestra memoria. Esto puede conducir a errores, sesgos, prejuicios, manipulación, desinformación y fake news.





Cantidad y tipo de impactos informativos que recibimos


Según un estudio de la Universidad de California en San Diego, en el año 2020 cada persona recibió una media de 34 gigabytes de información al día, lo que equivale a leer unos 174 periódicos. Esta cantidad ha aumentado exponencialmente con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, especialmente de internet y las redes sociales.


El tipo de información que recibimos también influye en el grado de sobreinformación que experimentamos. No es lo mismo recibir información relevante, útil, interesante y veraz, que recibir información irrelevante, inútil, aburrida y falsa. Tampoco es lo mismo recibir información de forma voluntaria, controlada y selectiva, que recibir información de forma involuntaria, incontrolable y masiva.



Proteger a los jóvenes de la sobreinformación


Dibujo de Infoxicación. Joven recibiendo impactos.

Los jóvenes son uno de los grupos más vulnerables a la sobreinformación, ya que están expuestos a una gran cantidad de estímulos informativos desde edades tempranas, y aún no han desarrollado las habilidades necesarias para gestionarlos adecuadamente. Por ello, es importante que los padres, los educadores y los propios jóvenes tomen medidas para protegerse de la sobreinformación.


Algunas de estas medidas son:

  • Establecer límites de tiempo y de contenido para el uso de internet y las redes sociales, y respetarlos.

  • Evitar el multitasking o la realización de varias tareas al mismo tiempo que requieren atención, y concentrarse en una sola tarea cada vez.

  • Buscar y contrastar fuentes de información fiables, veraces y de calidad, y evitar las fuentes de información dudosas, falsas y de baja calidad.

  • Desarrollar el pensamiento crítico, la capacidad de análisis, la síntesis y la evaluación de la información, y aplicarlos a la hora de seleccionar, procesar y utilizar la información.

  • Fomentar el hábito de la lectura, el estudio y el aprendizaje continuo, y evitar la distracción, la superficialidad y el olvido.

  • Practicar actividades que favorezcan el bienestar físico, mental y emocional, como el ejercicio, la meditación, el ocio, el descanso y la socialización.


Adultos y sobreinformación


Los adultos también pueden sufrir las consecuencias de la sobreinformación, especialmente en el ámbito laboral, donde se les exige estar al día de todo lo que ocurre en su sector, en su empresa y en su entorno, y responder con rapidez y eficacia a las demandas de sus clientes, proveedores y superiores. Esto puede generar una sensación de agobio, de falta de control y de incapacidad para cumplir con las expectativas.

Para evitar o reducir la sobreinformación en el ámbito laboral, se pueden adoptar las siguientes medidas:

  • Planificar y priorizar las tareas, los objetivos y los plazos, y ajustarse a ellos.

  • Delegar y colaborar con otros profesionales, y aprovechar sus conocimientos y experiencias.

  • Utilizar herramientas y recursos que faciliten la gestión, la organización y la comunicación de la información, como agendas, calendarios, listas, carpetas, etiquetas, filtros, alertas, etc.

  • Actualizar y reciclar los conocimientos y las competencias profesionales, y estar atento a las tendencias, las innovaciones y las oportunidades del mercado.

  • Mantener un equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, y dedicar tiempo a las actividades que aporten satisfacción, placer y sentido a la vida.


Protegernos de la sobreinformación


La sobreinformación es un fenómeno que afecta a todas las personas, en mayor o menor medida, y que puede tener consecuencias negativas para nuestra salud y nuestro desarrollo. Por eso, es importante que tomemos conciencia de este problema, y que adoptemos medidas para protegernos de la sobreinformación, y para aprovechar las ventajas que nos ofrece la información, sin caer en sus inconvenientes.

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